Todos en algún momento de nuestra vida hemos cumplido años. También hemos realizado actos solemnes o perennes en los que ponemos de manifiesto la importancia de los mismos. Las palabras aquí utilizadas tienen un denominador común: contienen las partículas –an-, -añ- y –en-.
La partícula clave –an- expresa una idea de año. Así por ejemplo tenemos aniversario bodas o luctuosos o bien te degustamos alguna bebida o comida de carácter añejo. De momento, podemos hojear una revista o periódico que contenga un anuario y así sucesivamente. Todas estas palabras tienen en común, muchas otras, las partículas clave ya enunciadas y que figura en otras palabras como anales, antaño, hogaño, perenne, solemne.
En el español, la palabra anales, proviene del adjetivo latino annalis, que se refiere la crónica o a la relación de sucesos por años y en el lenguaje familiar se emplea con el sentido de relación. Veamos un ejemplo.
El historiador y senador romano Tácito publicó Los Anales que son una historia del Imperio Romano de los cuatro emperadores del año 14 al 68 D.C. Su nombre deriva de su estructura anual ya que se refiere a un trabajo realizado con los actos o comentarios senatoriales por año.
Por su parte, la palabra antaño se compone el prefijo latino –ante- que significa “antes de” y de la palabra latina annus qué quiere decir año. En este caso, la partícula clave es –añ- por lo que antaño significa el año anterior al presente, aunque también se puede referir algo que es muy viejo. He aquí la siguiente oración.
Las canciones de antaño eran más bonitas por su letra y melodía.
Contrario a la palabra antaño, es la palabra hogaño de la locución latina ok anno que literalmente significa en este año, en la época actual. Hogaño lleva la partícula clave –añ- por lo que quiere decir en esta época. Escribe don Miguel de Cervantes:
Señores -dijo Don Quijote-, vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros de hogaño: yo fui loco, y ya soy cuerdo.
En el caso de la palabra perenne está compuesta por dos partículas, el prefijo latino per que denota intensidad y la palabra annus. Veamos un ejemplo:
Los árboles de hoja perenne, con su follaje siempre verde, son una muestra de la resistencia y la fortaleza de la naturaleza.
La palabra solemne proviene el latín solus, que significa único y de la voz annus, que ya hemos dicho significa año. Al llevar la partícula clave –en- significa lo que se hace de año en año, aunque en la actualidad se utiliza parta referimos a lo celebrado públicamente o en ceremonias extraordinarias.
En un acto solemne el gobernador presentó su primer informe de gobierno.
Frente al altar, le hizo una solemne promesa de amor.
A las 12:00 te inauguró oficial y solemnemente la olimpiada.
Mientras tanto, hablar de temas sobre el lenguaje sigue siendo una tarea de antaño y de hogaño, a pesar de que muchos se empeñen en destruir el idioma.
*IC