Este lunes, el Parlamento de Hungría aprobó por mayoría el ingreso de Suecia a la OTAN, dejando el camino para el ingreso de la nación nórdica en alianza militar tras casi dos años de negociaciones y asentando un golpe geopolítico al presidente de Rusia, Vladimir Putin, informó la oficina de prensa del Parlamento.
La aprobación de los legisladores era el último obstáculo para el ingreso de Suecia. El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson visitó Budapest el pasado viernes para tratar la cooperación en materia de defensa y seguridad con su homólogo húngaro, Viktor Orban, donde parecieron reconciliarse, acordando que Hungría adquiría cuatro nuevos cazas Gripen de fabricación sueca.
De los 194 diputados, seis rechazaron la adhesión de Suecia, "Hoy es un día histórico", dijo Kristersson en X después de la votación. "Suecia está dispuesta a asumir su responsabilidad en la seguridad euroatlántica".
Por lo que, Suecia se unirá a la alianza tras presentar su instrumento de adhesión ante el gobierno de Estados Unidos, depositario del Tratado del Atlántico Norte. Por su parte, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, confirmó que Suecia se unirá a la alianza ahora que todos los aliados han aprobado la solicitud de adhesión de Suecia.
"La adhesión de Suecia nos hará a todos más fuertes y seguros", dijo.
Por lo que, ahora la OTAN contará con 32 países entre sus miembros, giro irónico dado que Rusia lanzó su guerra contra Ucrania, debido al crecimiento de la alianza en Europa del Este a lo largo de la frontera rusa.
Mientras que, el año pasado, Finlandia se convirtió en el 31º miembro de la OTAN, añadiendo unos 1.300 kilómetros a la frontera de la alianza con Rusia.
Ahora, Finlandia y Suecia gozarán de la protección del artículo 5 del tratado, por lo que se establece la alianza, donde indica que un ataque contra un miembro se considera ataque contra todos.
Aunado a lo anterior, Suecia y Finlandia dieron a conocer su interés en unirse a la alianza en respuesta a la invasión rusa de Ucrania, abandonando la política de no alineamiento que definió por décadas las relaciones exteriores de ambos estados durante la Guerra Fría.
Cabe resaltar que, la OTAN tiene una política de puertas abiertas, lo que significa que cualquier país puede ser invitado a unirse si manifiesta su interés y es capaz y está dispuesto a defender los principios del tratado fundacional del bloque.
De acuerdo con las normas de adhesión, cualquier miembro puede vetar la entrada de un nuevo país, aunque la mayoría de los miembros de la OTAN aprobaron rápidamente las solicitudes de Finlandia y Suecia, Hungría y Turquía se resistieron durante algún tiempo.
En tanto, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Finlandia y Suecia de ser indulgentes con las organizaciones terroristas kurdas, mientras que Orban afirmó que difundían "mentiras descaradas" sobre el incumplimiento por su país de las normas de la Unión Europea (UE) sobre el Estado de Derecho, valores fundamentales consagrados en los tratados de la UE.
Por lo que, llevaron a la UE a congelar fondos por valor de miles de millones de dólares destinados a Hungría hasta que se resolvieran, Orban y su gobierno negaron repetidamente infringir las normas de UE.
En tanto, Hungría como Turquía suavizaron su postura sobre la adhesión de Finlandia y aprobaron su solicitud en marzo, mientras que, el parlamento de Turquía aprobó la entrada de Suecia en enero de este año, luego de que Estocolmo endureció su legislación antiterrorista y se comprometiera a cooperar estrechamente con Turquía en materia de seguridad.
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Posteriormente, Orban informó al jefe de la OTAN, Stoltenberg, que su gobierno apoyaba la adhesión de Suecia, mientras que, el líder húngaro indicó que el país podría ratificar la adhesión de Suecia al comienzo de la sesión de primavera del parlamento el lunes.
Mientras que, los aliados de la OTAN les preocupaba que, pese al apoyo de Orban de la candidatura sueca, el país llevaba meses dándole largas al asunto, pues el retraso de Budapest hizo temer que Orban, el dirigente de la UE, próximo a Putin, beneficiará al Kremlin.
Sin embargo, las últimas semanas, Europa ha logrado que Hungría se alinee con los objetivos de política exterior del bloque, y a principios de mes, Budapest retiró sus objeciones a un acuerdo de financiación de la UE para Ucrania por US$ 50.000 millones, que Orban había vetado en diciembre por motivos de procedimiento. Los críticos de Orban acusaron de bloquear el acuerdo en respuesta a la UE de retener fondos destinados a Hungría, sin embargo, este lo negó.
Asimismo, la adhesión de Suecia a la OTAN se da en un momento crucial de la guerra en Ucrania, en el que Rusia está cosechando éxitos en el campo de batalla y parecen surgir grietas en el apoyo occidental a Kyiv, tras dos años de enfrentamiento. Sin embargo, la atención se desvió de Europa desde los atentados de 7 de octubre de Hamas contra Israel.
El incremento del sentimiento populista en Europa y EU antes de las elecciones, también amenaza con obstruir los esfuerzos de Ucrania por seguir su lucha contra Rusia.
Por último, los políticos de las democracias occidentales se esfuerzan por convencer a un electorado más escéptico de que apoyar a Ucrania y detener la marcha del autoritarismo en el extranjero es buen uso de miles de millones de dólares de los impuestos, justo cuando los votantes enfrentan la creciente inflación.
Con información de Luke McGee y Lauren Kent
*ARD