Miles de libaneses desplazados por el conflicto entre Israel y Hezbolá comenzaron este miércoles a regresar a sus hogares en el sur del Líbano, tras el acuerdo mediado por Estados Unidos y Francia, desoyendo las advertencias de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de evitar estas zonas mientras continúe el despliegue militar.
El ejército libanés, encargado de garantizar el alto el fuego, dijo este miércoles que se disponía a desplegarse en el sur del país. El ejército también pidió a los residentes de las aldeas fronterizas que retrasaran su regreso a casa hasta que se retirara el ejército israelí, que ha librado una guerra contra Hezbolá en varias ocasiones y se ha adentrado unos seis kilómetros (4 millas) en territorio libanés.
El acuerdo, que promete poner fin a un conflicto en la frontera israelo-libanesa que ha causado miles de muertos desde que se desencadenó la guerra de Gaza el año pasado, es un importante logro de la diplomacia liderada por Estados Unidos en los últimos días de la administración del presidente Joe Biden.
Biden afirmó que su Gobierno también estaba presionando para conseguir un esquivo alto el fuego en Gaza y que era posible que Arabia Saudí e Israel normalizaran sus relaciones. Se oyeron ráfagas de disparos en Beirut, la capital libanesa, después de que el alto el fuego entrara en vigor a las 02:00 GMT. No estaba claro si se trataba de una celebración, ya que los disparos también se habían utilizado para alertar a los residentes que no habían recibido las advertencias de evacuación emitidas por el ejército israelí.
Según testigos de Reuters, tras el alto al fuego comenzaron a regresar a la zona riadas de automóviles con personas desplazadas del sur de Líbano por los ataques israelíes de los últimos meses. Se pudo ver a otras familias regresando a los bombardeados suburbios del sur de Beirut, portando banderas de Hezbolá.
Biden habló en la Casa Blanca el martes, poco después de que el gabinete de seguridad israelí aprobara el acuerdo en una votación por 10 votos a favor y 1 en contra. Dijo que había hablado con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con el primer ministro provisional de Líbano, Najib Mikati, y que los combates terminarían a las 4:00 hora local (02:00 GMT).
"Esto está diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades", dijo Biden. "No se permitirá que lo que queda de Hezbolá y otras organizaciones terroristas vuelvan a amenazar la seguridad de Israel". Israel retirará gradualmente sus fuerzas durante de 60 días mientras el ejército libanés toma el control del territorio cercano a su frontera con Israel para asegurarse de que Hezbolá no reconstruye allí su infraestructura, dijo Biden.
Irán celebra el alto el fuego
Hizbulá no ha comentado formalmente el alto el fuego, pero el alto cargo Hasán Fadlallah dijo a la televisión libanesa Al Jadeed que, aunque apoyaba la ampliación de la autoridad del Estado libanés, el grupo saldría fortalecido de la guerra.
"Miles de personas se unirán a la resistencia... Desarmar a la resistencia fue una propuesta israelí que fracasó", dijo Fadlallah, que también es miembro del Parlamento libanés. Irán, que respalda a Hezbolá, al grupo palestino Hamás, así como a los rebeldes del movimiento hutí que han atacado a Israel desde Yemen, dijo que daba la bienvenida al alto el fuego. El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo en la red social X que el acuerdo era "la culminación de los esfuerzos emprendidos durante muchos meses con las autoridades israelíes y libanesas, en estrecha colaboración con Estados Unidos".
Décadas
"En plena coordinación con Estados Unidos, conservamos total libertad de acción militar. Si Hezbolá viola el acuerdo o intenta rearmarse, atacaremos con decisión", dijo Netanyahu.
Añadió que Hezbolá, aliado de Hamás, era considerablemente más débil que al comienzo del conflicto. "Le hemos hecho retroceder décadas, hemos eliminado... a sus principales dirigentes, hemos destruido la mayoría de sus cohetes y misiles, hemos neutralizado a miles de combatientes y hemos arrasado años de infraestructura terrorista cerca de nuestra frontera", dijo.
Un alto cargo estadounidense, que informó a los periodistas bajo condición de anonimato, dijo que Estados Unidos y Francia se unirían a un mecanismo con la fuerza de mantenimiento de la paz FINUL, que trabajaría con el ejército de Líbano para disuadir posibles violaciones del alto el fuego. No se desplegarían fuerzas de combate estadounidenses, dijo el alto cargo.
Una encuesta realizada por el Canal 12 de la televisión israelí reveló que el 37% de los israelíes estaban a favor del alto el fuego, frente al 32% que estaban en contra. Entre los que se oponen al acuerdo en Israel se encuentran líderes de la oposición y jefes de ciudades cercanas a la frontera de Israel con Líbano, que quieren una zona de seguridad despoblada en el lado libanés de la frontera. Tanto el Gobierno libanés como Hezbolá han insistido en que el retorno de los civiles desplazados al sur de Líbano es un principio clave de la tregua.
El ministro israelí de Seguridad, Itamar Ben-Gvir, miembro derechista del Gobierno de Netanyahu, dijo en X que el acuerdo no garantizaba el regreso de los israelíes a sus hogares en el norte del país y que el ejército libanés no tenía capacidad para vencer a Hezbolá.
Con información de El Economista
*BC