El desconocido Tim Walz
Kamala Harris ya tiene compañero de fórmula y candidato a vicepresidente de los Estados Unidos: el gobernador de Minnesota, Tim Walz, de 60 años, un veterano de guerra que casi de inmediato recibió la aprobación del expresidente Barack Obama.
Así, la dupla Harris y Walz se enfrentará a Donald Trump y JD Vance en las elecciones del próximo 5 de noviembre.
Por mucho que los demócratas quieran señalar que ha sido una gran idea haber reclutado a Walz como candidato a la vicepresidencia, la realidad es que ni remotamente estaba dentro de la lista de los favoritos.
Más lejos, el gobernador Walz ni siquiera es particularmente conocido por el gran público, salvo por su participación en un programa muy popular en los Estados Unidos, “Morning Joe”, transmitido en MSNBC News y conducido por Joe Scarborough.
En dicho programa, Walz habló con inteligencia sobre las elecciones y le dio con todo, tanto a Trump como a Vance, pegándoles donde más duele: en que lejos de unir, dividen a los estadounidenses y son claramente intolerantes a cualquier cosa que no sea anglosajona.
Es interesante el enfoque de Walz porque no se mete en análisis politológicos profundos ni en eruditas meditaciones sobre la democracia estadounidense. Simplemente, tanto a Trump como a Vance los califica como “dos tipos muy raros” y da abundantes ejemplos sobre ello. El estilo desenfadado de Walz cayó muy bien a la opinión pública a la que justamente debía enfocarse, no a las aulas universitarias.
Dicen los que saben que es bueno que Harris tenga a un tipo sencillo como candidato a la vicepresidencia. Una buena parte de la sociedad de los Estados Unidos está harta de perfiles elevados, celebrities y otros seres que saturan las redes sociales.
Walz lleva una larga trayectoria defendiendo los derechos de los veteranos y suele ser un eficaz interlocutor con los sectores más recalcitrantes, trabajando en esas causas. Por eso, no es de extrañarse que a las Fuerzas Armadas y a distintos sectores de Washington les caiga bien la llegada de un hombre que habla directamente, que no se enreda en conversaciones eruditas y que comprende muy bien las necesidades de las clases medias.
Walz nació en West Point (Nebraska) en 1964, un pueblito de 3 mil 500 habitantes y terminó su bachillerato en la escuela más cercana, en una comunidad que apenas y tenía 400 pobladores. Entró a la Guardia Nacional, para después estudiar ciencias políticas y trabajó una temporada como profesor en China, en una combinación curiosa: dando clases de geografía y trabajando como entrenador de futbol americano.
Su llegada a la política no fue precisamente de estrellato: fue voluntario en la campaña del demócrata John Kerry en 2004 y en 2006 fue diputado en el Congreso, donde dio una larga batalla a favor de los veteranos de guerra.
Es curioso el caso de Walz porque tiene una concepción de lo público con tintes demócratas pero también republicanos: por décadas estuvo en la Asociación Nacional del Rifle, hasta que el tiroteo de Parkland (Florida) en 2018 lo hizo repensar las cosas y dejó la militancia a favor de la célebre asociación.
Pese a que ha cometido errores, la gente de su estado no le ha dado la espalda y él ha sabido responder con un perfil no endurecido a favor del aborto, defender las causas de los transexuales, robustecer el control de armas y en un claro guiño demócrata, facilitar las cosas para que los inmigrantes irregulares puedan obtener su licencia de manejo.
Como sea, Harris tiene un aliado. Y parece que este personaje tiene las capacidades necesarias para defender la causa demócrata con ideas que a rato son claramente republicanas. Un híbrido.
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*IC